Estoy solo. En las zonas más altas de la montaña no hay nadie, aunque no pienso en ello. Mi mente circula por zonas de mi alma que no conocía. Creo que es por esto por lo que siempre queremos volver a estas cotas inhumanas.

(Iñaki Ochoa de Olza)

lunes, 15 de marzo de 2010

El Moncayo. 14/3/2010.




Antes de llegar al Parque del Moncayo, paradita en Veruela, café, y en marcha. Al pobre Eloy nos lo olvidamos en casa, pobrecillo, con lo que hubiera disfrutado.


El hielo en la carretera hizo que tuvieramos que empezar más abajo de lo previsto ya que noquisimos subir con el coche hasta el Santuario.

El bosque estaba realmente impresionante. Era una postal mirases a dónde mirases. Yo no podía parar de hacer fotos y mis compis aguantando...Comentaban entre ellas por lo bajinis "mira eso que bonitooo.., que no lo vea Maite, que saca la cámara".






















Cuando empezamos a subir desde el Santuario, ya nos cruzamos con alguno que bajaba y empezamos a hacer una encuesta para hacernos una idea de lo que nos esperaba; qué tal el viento, desde dónde los crampones, qué camino está mejor hoy, cómo estaba la visibilidad por arriba...y bueno, lo que sacamos en claro fué un ratillo de charla con unos y con otros. A la hora de la verdad nos pusimos a mirar las tres posibles opciones, que dejamos en dos: subida por la izquierda, con un viento terrible, o subida por medio del cucharón, sin una gota de aire.

Por mayoría absoluta, después de dudar un poco, tiramos por mitad del cucharón. Marocha insistía en que desde abajo la sensación era de mucha inclinación pero que luego no era para tanto, así que nos pusimos los crampones y empezamos. Yo miraba para arriba y pensaba, que lo de verlo tan vertical era psicológico, vamos, que realmente, aunque pareciera lo contrario, estábamos bajando...esto es un fenómeno que sucede por aquellas tierras.







Después de pasarlas un poco canutas, unas más que otras, cimamos, nos abrazamos a la Cruz de Santiago del vértice geodésico y para abajo sin perder tiempo.





A la bajada, con la caida del sol el bosque presentaba otro aspecto, si cabe más bonito que a la mañana....










Y por fin, abajo. Bocata y vuelta a Zaragoza. Ya hemos maquinado la siguiente en la sede logística 2 (coche de Marocha).

8 comentarios:

  1. Aupa Marocha.Objetivo conseguido,vosotras si habeis llevado huevos a las Clarisas,vaya pedazo de día que tuvisteis.Las fotos muy bonitas.Que sigais disfrutando.Un saludo

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  2. Eyyy!! Xabier:
    Nosotras todavía no elegimos el día. Fue el día el que nos eligió a nosotras el domingo. Me pareció ver como nos guiñaba el ojo el Moncayo allí en la cima.
    Un saludico maño.

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  3. Preciosas fotos, a mí el Moncayo también me llama, pero hago como que no le oigo...
    En fin.

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  4. Olga:
    Muy bueno!!! Gracias por acercarte por aquí.
    Un saludo.

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  5. Olga:
    Andábata está siendo un éxito, no? Enhorabuena.
    Lo andan recomendando por aquí y por ahí.

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  6. Olga, si el Moncayo te llama, al final tendrás que ir.

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  7. Estas si son chicas valientes!! Por el Cucharón. Que suerte tuvisteis con el tiempo, nosotros subimos el sábado siguiente desde la Cueva y en la cima no se podía estar por el vendaval, solo pudimos tocar el vértice y salir casi arrastras (ni una foto) se volaba la cámara.
    Un saludo.
    Rafa.

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  8. Marocha,Andábata acaba de salir, pero es cierto que los que la leen al menos reconocen que engancha, que no es poco;-) Yo me animo con el MOncayo y tú con ella ¿Vale?
    Hago caso a Maite (¡cuánta chica de Zaragoza,¿ por dónde os metéis?) y, si voy al Moncayo esta primavera, escribo una entrada y os la dedico. Tengo una etiqueta titulada Aragón que ya es hora de que crezca...
    Saludos y encantada de conocer vuestros blogs.

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