Estoy solo. En las zonas más altas de la montaña no hay nadie, aunque no pienso en ello. Mi mente circula por zonas de mi alma que no conocía. Creo que es por esto por lo que siempre queremos volver a estas cotas inhumanas.

(Iñaki Ochoa de Olza)

miércoles, 7 de abril de 2010

LEYENDA DEL PICO GRATAL (Rafael Andolz)

"Gabardón tenía dos hijas, orgullo de su vejez: Gabarda y Gabardiella. Los tres vivían felices en su palacio de cristal, asomados a la vitalidad del Valle del Ara y de la Guarguera. Allá abajo los pueblecicos parecían rebaños de corderos pastando por sus prados. Más lejos, los picos del Pirineo se asomaban al mismo espectáculo y las nubes blanquísimas eran como pañuelos que se agitaban saludándolos desde la lejanía. El mundo estaba bien hecho.
Gabarda, la hija mayor, soñaba con correr mundo y conocer los horizontes infinitos de la tierra baja en donde ninguna montaña se interpone a la vista hasta donde alcanza la mirada. Y a esas llanuras de los Monegros quiso marchar y allá fue con la bendición de su padre. Allí se casó y allí vive feliz en el campo de Grañén. Preside los inmensos trigales, verdes en primavera, amarillos en verano, salpicados de amapolas.
Gabardiella, la pequeña y revoltosa Gabardiella, había salido a su padre. Amaba los riscos y las breñas de la montaña, las cascadas de los ríos que se despeñan desde lo alto, las nieves eternas, los ibones y lagos, los bosques impenetrables, las praderías simpre de color esmeralda. Sí, era montañesa: había salido a su padre.
Un día conoció al altanero y gallardo Gratal y se enamoró locamente de él. Las boiras de la mañana eran sus mensajes encendidos que corrian a engarcharse entre las rocas de su cima. Gabardiella se pasaba los días y las noches suspirando. Tanto, que Gabardón tuvo que notarlo:
- ¿Qué te pasa, mi pequeña Gabardiella?
Ella, ligeramente ruborosa y entrecortada lanzó un profundo suspiro y confesó:
- Suspiro por un pico maravilloso.
- Algo de eso estaba yo imaginando. Y es natural, hija mía, ya no eres una niña. ¿Y quién es ese feliz caballero que merece tus suspiros?
- Míralo, papá: allí enfrente está; es Gratal, el más hermoso monte de la Sierra.
- ¿Has dicho Gratal? ¡Si es el más pobretón de todos los picos que se conocen! Todo él es maleza, carrascales, pedruscones y algún pino escuchimizado: esos son sus tesoros. No tiene bosques, no tiene flores, ni siquiera tiene pueblos.
- Me gusta tal y como es y lo quiero.
- No, Olvídate de él. Encontraremos otros muchos con mejor fortuna y que valen más la pena. Nunca consentiré en ese amor tuyo tan loco.
Y nada pudo vencer la testarudez de Gabardón. Ni siquiera le conmovió la languidez de su hija que nunca ya volvió a asomarse a la Guarguera ni al reidor valle del Ara y menos aún a los remotos montes que seguian agitando sus pañuelos en la lejanía..."

EN BREVE MAS...

4 comentarios:

  1. Claro, pobrecita...dónde esté uno altanero y gallardo que se quiten los tresmiles. Yo la entiendo...Ya hablaremos tú yo con el Gratal ese, cara a cara.

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  2. Pues espera, que todavía no sabes lo peor. No te digo más por que a mi no me gusta hablar...pero te voy a decir una cosica, maña! Pues que la debieron liar parda. Espera que esto trae cola. El día que subamos por ahí ya le daremos a cada uno lo que le corresponde.
    Y otra cosa más te voy a decir...Dios no quiera que Eloy se entere de esto.

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  3. Estoy intrigado...
    Salu2.

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  4. Mañana mismo cuelgo el desenlace.

    Un abracico y que sueñes con los angelicos.

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